Historias para no dormir

Las inseguridades, los amores frutados, la impotencia y las falsas esperanzas es algo que quita el sueño hasta al más valiente.
Entregarse al 100 % por alguien y ver que nu te dan ni un 10% de lo que das, hasta el más iluso acaba fustrandose.
Porque queridos lectores dime quien no ha llorado de impotencia al darse cuenta que no es correspondio o que es un objeto sexual por esa persona especial.
Quien no se ha derrumbado al ver que nada es lo que creia o que todo fue una historia creada por su propia ilusión.
Cuantas veces hemos dicho esperare hasta cierto día, si nada cambia sigo con mi vida. Y al seguir todo igual hemos ampliado dicha fecha o haberse hundido y retirado con todo el corazon derrotado.
Nos hemos llegado hasta engañar nosotros mismos como mecanismo de defensa, a base de horas de pensar y noches sin dormir.
Para que venga el susodicho con una simple sonrisa y nos haga ilusionarlo de nuevo, olvidando juramentos y pensamientos hechos.
Para volver a la desilusión, siento decir que si no funcionó antes no lo hará despues.